La venta de la participación mayoritaria de InterCement en Loma Negra genera preocupación en Olavarría. La falta de obra pública, los despidos y el futuro del complejo cementero ponen en alerta a toda la comunidad.
Olavarría sigue con atención cada movimiento en torno al futuro de Loma Negra, la principal fuente industrial de la región, luego de que InterCement —la firma brasileña que controla el 52% de las acciones— reactivara el proceso de venta de su participación. La novedad se da en un contexto de incertidumbre económica, sin obra pública y con un reciente ajuste que implicó el despido de 96 trabajadores.
InterCement, parte del poderoso holding paulista Camargo Correa, obtuvo respaldo judicial para continuar con su reestructuración financiera, lo que habilitó la reanudación de conversaciones con potenciales compradores. Entre los interesados se encuentran el empresario Marcelo Mindlin —dueño de Pampa Energía—, quien buscaría integrar la cementera a su constructora Sacde, y una importante petrolera argentina. También figuran los grupos brasileños Votorantin y Polimix, ambos con peso en el mercado cementero regional.
Loma Negra cuenta con 34 plantas y una capacidad de producción que supera los 33 millones de toneladas anuales. Su presencia se extiende más allá de Argentina, con operaciones en Brasil y Sudáfrica, y cotiza tanto en BYMA como en la Bolsa de Nueva York bajo el ticker LOMA.
La empresa enfrenta dos desafíos simultáneos: la situación interna del accionista mayoritario en Brasil y las consecuencias locales del freno a la obra pública dispuesto por el Gobierno de Javier Milei. Esta política golpea especialmente a Loma Negra, que abastece al 45% del mercado nacional de cemento y depende en gran medida de la inversión estatal para mantener su volumen de ventas.
Pese a haber registrado un descenso del 24% en los despachos respecto a 2023, y un resultado negativo anual, la empresa cerró el último trimestre de 2024 con una ganancia de 153 millones de pesos, alentada por mejoras operativas y cambios favorables en el contexto financiero. Además, confían en sectores como el agro, la minería, la energía y el petróleo como nuevos motores de demanda para reemplazar la caída del gasto público.
El CEO de la compañía, Sergio Faifman, sostuvo que “el 2024 fue un año de desafíos que pusieron a prueba nuestras capacidades”, y destacó que los resultados del último trimestre renuevan la esperanza de recuperación. A esto se suma el optimismo de algunos analistas por la posible reactivación del crédito hipotecario y la implementación del Régimen de Incentivos para Grandes Inversiones (RIGI), que podría beneficiar al sector de la construcción.
Con una comunidad expectante y más de 6.000 empleos en juego, el destino de Loma Negra se convierte en una de las claves industriales del año, tanto para Olavarría como para el mercado nacional.